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El fraude (2012)

‘El fraude’, primer largometraje de ficción del neoyorquino Nicholas Jarecki, fue una de las revelaciones de la temporada en el circuito de cine independiente, llegando a ser presentado en los festivales de Sundance y San Sebastián, además de otorgarle a Richard Gere la nominación al Globo de Oro en la categoría de mejor actor dramático. Pero creo que esta buena acogida entre la crítica —sumada a unos excelentes datos de taquilla— respondía sobre todo a la voluntad de promocionar una película crítica con el sistema capitalista y no tanto por su calidad artística.

Mezcla de thriller financiero con giros a lo Hitchcock y de drama familiar con infidelidad de por medio, ‘El fraude’ tiene como protagonista a Robert Miller (Richard Gere), un magnate sin escrúpulos que a sus sesenta años se enfrenta a dos problemas: la imposibilidad de cerrar la venta de su imperio, del que quiere desprenderse después de haber falseado las cuentas, y la necesidad de ocultar el homicidio imprudente de su amante, Julie Côte (Laetitia Casta); un desgraciado accidente en el que se verá implicado un chico llamado Jimmy Grant (Nate Parker).

Con esta premisa, Nicholas Jarecki juega a retrasar la firma que permitiría la venta soñada por Miller mientras, en paralelo, avanza la investigación del detective Bryer (Tim Roth). No hace falta decir que si Bryer descubre quién es el responsable de la muerte de Julie, la operación se irá al traste. La tensión aumenta cuando a Miller se le abre otro frente dentro de su propia familia, ya que su mujer florero (Susan Sarandon) empieza a sospechar de su extraño comportamiento, y su hija Brooke (Brit Marling), que ocupa un cargo importante dentro de la compañía, duda de que la honradez sea la principal cualidad de su padre, por mucha imagen intachable que proyecte en público.

Frialdad consciente

Nicholas Jarecki consigue transmitir una frialdad consciente a la película, tanto en la puesta en escena como en la caracterización de los personajes; frialdad que sirve para resaltar el cinismo de un mundo elitista donde el dinero prevalece sobre la justicia. Pero, más allá de eso, Jarecki se atasca en un thriller rutinario, con momentos tan previsibles como la anticipada escena final. Así, ‘El fraude’ pertenece a ese tipo de películas que se consumen sin pasión y que no dejan entrever ningún sello o marca de fábrica que distinga la personalidad de un director novel.

Richard Gere tira de oficio para dotar al personaje de retorcida ambigüedad, y el guión —escrito por Jarecki— nos obsequia con algunos diálogos brillantes, en particular los que tienen lugar en el interior de los coches. Sin embargo, así como el personaje de Brooke está bien integrado y su relación con Miller igualmente definida, la señora esposa emerge de manera abrupta en el tramo final de la película, mientras que al otro hijo se le despacha con una facilidad inexplicable (o mal explicada). Por último, Tim Roth sobreactúa de forma ridícula, con ademanes propios de Colombo, y su personaje nunca da la sensación de que pueda representar una amenaza para el todopoderoso Miller.

En definitiva, lo mejor y lo peor que se puede decir de ‘El fraude’ es que es una película correcta. Por muy académica que sea su dirección, le perjudica no ser un poco más arriesgada ni aportar gran cosa al género de la intriga financiera. Esperemos que Jarecki tenga otras oportunidades en el futuro para demostrar si vale o no vale como director de cine, aunque desde 2012 sólo ha aparecido en la prensa por ser el actual novio de Courtney Love. Tanto tiempo sin hacer nada no suele ser buena señal.

CALIFICACIÓN
2,5 estrellas

Ficha técnica(+)

Título original: ‘Arbitrage’. Dirección y guión: Nicholas Jarecki. Reparto: Richard Gere, Susan Sarandon, Laetitia Casta, Brit Marling, Tim Roth, Nate Parker, Stuart Margolin, Chris Eigeman, Graydon Carter. Duración: 107 minutos. País: Estados Unidos.

Otras críticas

«Dirigida como un drama, la película trata de dar importancia con un énfasis artificial, basado en la música y en esta interpretación exagerada, a las escenas que por guion no tienen intensidad dramática» (Beatriz Maldivia, ‘Blog de Cine’). (+)

«Un filme sin duda de segunda fila aunque con un apreciable gancho para mantener despierta nuestra atención desde sus primeras imágenes» (Jordi Batlle Caminal, ‘La Vanguardia’). (+)

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